La tradición musical de Segura de la Sierra tiene una gran historia a sus espaldas. Existen multitud de coplas que conforman un legado muy bello, pero tal vez mal conservado. Todas estas coplas tienen escasa recopilación y como mucho sólo de sus letras, ya que las notas, la música, se pasa de generación en generación a través de la escucha y el aprendizaje de los mayores, no de ningún libro, esto hace que este legado tenga un delicado mantenimiento. En los pueblos como Segura de la Sierra no suelen existir profesionales de la música entendidos como tal, sino que se juntan todos aquellos conocedores de las coplas, quien no sabe tocar la guitarra toca el laúd o la bandurria o los platillos, para tocar y cantar junto con una copilla de vino para templar el cante. Estas piezas están actualmente algo olvidadas por las nuevas generaciones.

     Existen muchos tipos de coplas en Segura de la Sierra, entre ellas podemos destacar los fandaguillos, las seguidillas, las malagueñas y en un lugar destacado las Jotas. Todas estas piezas se tocan con instrumentos de cuerda como la guitarra, la bandurria o el laúd, acompañados siempre del tintinear de los platillos. Estas coplas son sinfonías del pueblo, sus letras son graciosas, irónicas y algo picantillas en algunas ocasiones, letras que presentan el carácter de la gente de Segura.

Antes se ha comentado lo delicado del mantenimiento de una tradición como ésta que está poco escrita y sólo se transmite de boca en boca, y de guitarra en guitarra. A continuación hemos incluido algunas piezas del cancionario típico de Segura de la Sierra. Estas piezas están extraídas de una grabación de 1982-83 e interpretadas por: Valeriano Galiano (voz y guitarra), Juan Herrera (platillos), Pedro Galiano (guitarra) y Miguel Cano (bandurria).

Traje típico: Hombre

Calcetines: de lana gruesa o vendas que cubrían desde el tobillo hasta la rodilla, puestos encima de los calcetines; de color marrón o verde.
Esparteñas: alpargatas con suelo de cáñamo o esparto y caras de tela banca y cintas negras.
Pantalones: de pana lisa o de canutillo, de color negro. Los de Pontones y Santiago son de calzón corto de paño.
Camisa: blanca, de manga larga con vistas.
Chaleco: negro de pana lisa. La espalda de tela de raso también negra.
Chaqueta: blusa gris, y los mas jóvenes, azul.
Faja: generalmente roja hecha de paño, la llevan enrollada a la cintura, dejando caer un extremo hacia la izquierda.
Antimparras: Zahones de piel, normalmente sin peto, que cubren las piernas.

Traje típico: Mujer

Esparteñas: Alpargateñas y alpargatas de cintas.
Pañuelo: a la cabeza o al cuello, negro o de colores.
Medias: de lana o de algodón, negras, crudas o de listas de colores vivos, hasta debajo de la rodilla.
Camisa: de manga larga blanca.
Enaguas: de tela fina.
Justillo: sin cuello, de pico, con tres pinzas o tachones y tres morcillas donde luego sujetar las sayas y refajos.
Refajo: De diversos colores, adornados con magníficos bordados, todos ellos hechos a mano y diferentes unos de otros, se puede decir que no existen 2 refajos iguales. La orilla del refajo se remata con un ribete de terciopelo de lana, de colores.
Mandil: generalmente negro, con tres lorzas amplias y con encaje.
Faltriquera: que se llevaba debajo del refajo, del mismo paño que éste.
Adornos: Pendientes de oro. Horquillas, peinetas, imperdibles, broches de oro.
Peinados: Siempre recogido en moño.

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